jueves, 19 de enero de 2017




Automátika 9mm. (2da. edición)

Libro intervenido y dispuesto a la intervención; libro objeto, libro artefacto, libro explosivo; imágenes impresas y páginas en blanco dispuestas aleatoriamente en una cosa llamada libro; encuadernadas estas hojas de papel reciclado (kraft base 60, nacional), a mano, o sea encuadernado rústico en pasta dura (cartón chip calibre 80); hecho a mano sin acabados finales, sellado y numerado; perforado de pasta a pasta con una munición (bala) calibre 9 mm., adentro y atravesando todo el libro, de contrapasta a pasta; embalado en el mismo papel kraft B-60, pegado con papel adhesivo y sellado; un objeto creado desde la vivencia misma del desorden social como resultado y lastre del conflicto armado interno; un conflicto armado interno e interiorizado; una experiencia de vida paralela a miles de experiencias a lo largo y ancho de américa latina e incluso, en otras partes del mundo, con historias de conflictos, opresiones y miles de cosas que nos taladran y perforan y atraviesan; cuerpo figurado, metafórico o político; el orden de las hojas es totalmente diferente y aleatorio en cada ejemplar, mitad impreso y el resto disponible para su uso; la munición es real y no ha sido percutada, son municiones obtenidas de manera legal y sacadas del mercado para así colocadas dentro de un libro no causar daños mortales; al adquirir tu propio ejemplar, estás comprando la bala que te mataría en el futuro; todo libro es tan peligroso como una bala;








Mundo Bizarro
De la edición como poética del mundo

            Lo importante de este fenómeno editorial es que es un discurso que ha estado presente, activo, trabajándose muchas veces en silencio, planeando un nuevo mundo desde su guarida, por un periodo considerable de tiempo. Un cuestionamiento crítico del mundo que, ante la imposibilidad inherente a la naturaleza humana, de existir independiente del sistema que lo afecta, se constituye en una forma de disidencia cuyo propio ejercicio de creación ya no solo se construye a partir de las formas sociales que increpa, pues ese mismo ejercicio de creación es una poética, una visión de mundo a la vez que un modelo de conocimiento.
            La creación, vista de esta manera, como interpretación ya no solo literaria, sino gráfica del devenir y en el devenir, se transforma en un discurso polilógico que interpela desde su propia diversidad de recursos ese mundo que le rodea y le afecta. A lo largo de los años Mundo Bizarro, más que una editorial, se ha convertido en un concepto: una nueva sensibilidad que plantea una manera de estar, ser y actuar. Un ejercicio de vida. La creación como método de conocimiento, en un primer momento y luego, como una forma epistemológica de ir surcando el tiempo, el mundo, la vida. 
            Percibo que este nuevo lenguaje que ha atravesado ya un trecho desde finales de los años noventa, está muy vinculado a la forma de la ciudad, nos habla de las calles, de los laberintos que están afuera, y los que están adentro. A la vez que se enfrenta al hecho cotidiano de la vida y del entorno, habla de los procesos íntimos de reflexión, desde el interior del humano mismo que camina y que explora sus circunstancias, en este caso la urbana. Esta forma de plantarse ante el devenir y ante otras formas discursivas, que más que una poética propia, buscan el acomodamiento del protagonismo snob de coctel de arte, recuerda alguna línea de William Burroughs: “Corten las líneas de palabras-Aplasten las imágenes de control-Aplasten la máquina de control-Salgan del tiempo al espacio-Quemen los libros de La Junta-Mezclen las grabaciones-Maten a los sacerdotes”. Pues Bizarro, a pesar de los altibajos propios de cualquier proceso, surge como una forma inédita (no carente de referentes, pero nueva al fin) que discute con posiciones conservadoras y añejas de concebir el acto de la poesía desde una estética multidimensional.
Gustavo Maldonado, 2016